Aquella temporada, volvió al Tartiere nuestro querido y siempre admirado Javier Irureta. Entrenaba por entonces al Racing, y de Oviedo salió con un fuerte correctivo. 3-0. 17 de Abril de 1994. El tifo, espectacular.
En este blog pretendemos recoger lo que fue la historia de la Peña más mítica de la hinchada carbayona. Desde sus comienzos en los años ochenta hasta su extinción a finales de los años noventa. Si formaste parte de aquel maravilloso grupo, estamos abiertos a tu colaboración.
Para bien o para mal, el nombre de Peña Chiribí empezó a sonar mucho fuera de Asturias. Aquella temporada llegamos a salir en el número de mayo de la Supertifo.
En Superhincha pasamos a ser habituales, aunque Brigadas se atribuía los méritos de los tifos fuesen suyos o no.
También en otros fanzines iban haciendo mención a los Chiribís, por ejemplo, éramos habituales en el Curva Mágica de los Riazor Blues, con los que nunca nos llevamos bien.
Por supuesto, también le dedicamos una portada del fanzine y su correspondiente fotomontaje.
Sietes, otra joya procedente del Vetusta, también se hacía un sitio en el equipo titular del primer equipo y empezaba a ser conocido a nivel nacional. Aquí duró poco, muy pronto el Valencia vino a pagar bien por él. Tanto Sietes como Luis Manuel tenían con la Peña una estrecha relación.

A Zaragoza, la Peña, como tal, no viajó, pero sí un grupo de 12 valientes. Se pegaron un viaje de no te menees. Hace 16 años las carreteras no eran las de ahora, y viajar a Zaragoza era como ir ahora a Jerez o más.
La cosa tenía mérito. Canal + televisó aquel encuentro, con lo cual, se llegó a Oviedo el lunes por la mañana. Enorme esfuerzo para ver como Esquinas Torres nos atracaba ferozmente. 2-1, aunque toda España vio como al Oviedín, una vez más, le robaban los de negro. Por cierto, ese mismo domingo el Athletic de Bilbao metía un 7-0 a los culomoyaos.


El 6 de Febrero de 1994 hicimos el que hasta entonces fué nuestro record en un desplazamiento. Nuestra peña convocó a más de 400 jóvenes azules, superando en número a los desplazados por los ultras playos que habían visitado la Capital en la primera vuelta. Eso, unido a que el desplazamiento en tren se hizo junto con Brigadas Azules, hizo que casi un millar de hinchas carbayones invadieran el pueblo de Jovellanos.
En la Cervecería Chiribí, desde las 12:30 de la mañana ya había fiesta. Barra libre de birra para los desplazados y a eso de las dos, terminados los 5 barriles, bajamos rumbo a la Estación del Norte para coger el tren que nos iba a desplazar hasta el pueblu de Tinín Areces.
El partido fué bastante aburrido, 0-0. El Rosety de turno habló de “futbol destructivo” por parte de los nuestros, aunque luego Don Balón lo dejó con el culo al aire cuando puso en su 11 ideal de la semana a nuestros dos medios centro, SUAREZ y JOKANOVIC.
Puestos a mentir, también puso en El Comercio que los seguidores del Oviedo éramos “unos 200”, con eso ya se vió en su día la veracidad de esta gente. Lo mismo que hoy en dia con lo de Michu, más o menos. De risa.


Uno de los fondos del estadio santanderino se vio teñido completamente de azul, más de 4.000 oviedistas en las gradas.
En el minuto 20 se adelantó el Real Oviedo por medio de Carlos, pero en la segunda parte, a falta de media hora, una pifia de Viti acabó en penalty expulsión, lo cual nos complicó las cosas en un partido en el que éramos superiores. A pesar de todo ganamos, en el minuto 94 Jokanovic con una de sus genialidades sentenciaba el 1-2.
A la vuelta paramos en Unquera, donde cenamos con unas bolsas de comida que nos dio aquel dia el ayuntamiento. Empanada, bocata, un carbayón y vino. Fiesta por todo lo alto.
Jose Mari nos llamó y dijo que ponían un barril. Nosotros le contestamos que poníamos otro, y ellos, como buenos bilbaínos, para no ser menos pusieron uno más. Así que antes del partido, entre los Chiribís que nos desplazamos hasta allí (un autocar) y los miembros de Tripustelak, acabamos con los tres barriles sin despeinarnos.
Eso sí, bajando hacia San Mamés, ya no se sabía quién era del Oviedo y quién del Athletic, ya que la inmensa mayoría de la gente se había intercambiado ya la camiseta, la bufanda o ambas cosas.
Ya en La Catedral, nos ubicamos en el fondo sur, y nuestra pancarta estuvo colocada en la vaya entre al lado de la de Tripustelak Taldea.