Quince días después de haber disfrutado de lo lindo de la visita a Bilbao, nos íbamos a Santander. Aquel año fue una auténtica invasión. Conté más de 60 autocares oviedistas en el parking. Todas las peñas fletaron autobuses, y en concreto la nuestra 3.
En el minuto 20 se adelantó el Real Oviedo por medio de Carlos, pero en la segunda parte, a falta de media hora, una pifia de Viti acabó en penalty expulsión, lo cual nos complicó las cosas en un partido en el que éramos superiores. A pesar de todo ganamos, en el minuto 94 Jokanovic con una de sus genialidades sentenciaba el 1-2.
A la vuelta paramos en Unquera, donde cenamos con unas bolsas de comida que nos dio aquel dia el ayuntamiento. Empanada, bocata, un carbayón y vino. Fiesta por todo lo alto.
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