La primera vuelta del Oviedín había sido para olvidar. Irureta era fulminado y llegaba al banquillo oviedista el mayor vende humos de nuestra historia, Radomir Antic.
Al haber estado en el Madrid el fichaje era mediático del todo, e incluso en la revista Don Balón le dedicaron una entrevista de varias páginas.
Entre otras perlas el Serbio decía que había que ser ambiciosos y que aspiraba "a ganar la Copa del Rey". Ya véis la movida.
El Real Oviedo en Sarriá.
El caso es que el Oviedín era un cadáver y Carlos tenía problemas con Irureta, lo cual le hacía ser un reserva de lujo.
Antic, que de tonto no tiene un pelo puso al ariete de titular en el primer partido. El equipo salió a muerte y el Zaragoza se llevó cuatro golitos. Fue un buen domingo, aunque yo me perdí el partido. Lo escuché por la radio pues... ¡estaba en la mili!
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