





En la grada lo típico, insultos a dolor y cánticos más por nuestra parte que por la suya. Los locales viendo que aquellos paquetes que tenían por equipo no iban a remontar jamás fueron poco a poco y en silencio abandonando lo que llaman “el Anfield del Piles”. Y es que allí cuando las cosas van bien se llena el campo, pero cuando van torcidas... no quedan más que las ratas abundantes de sus sótanos.

Hacer click en las imágenes para verlas más grandes
No hay comentarios:
Publicar un comentario